De manera recurrente en el mundo del entrenamiento y el acondicionamiento físico, encontramos personas con grandes propósitos y buenas intenciones que, por desgracia, la mayoría de veces se quedan en eso, en simples intenciones.
El problema principal reside en que no se realiza un proceso de establecimiento de objetivos de forma correcta. Hay una gran tendencia a querer realizar cambios muy drásticos como los típicos: »Voy a entrenar 6 veces por semana» o »el Lunes empiezo la dieta». Este paso, dentro del proceso de entrenamiento, es fundamental de cara a la consecución de los objetivos propuestos.
Estas acciones a lo único que nos conducen es a mayor frustración aún, puesto que en la mayoría de los casos no somos capaces de cumplirlos.
Llegados a este punto, es donde nos hacemos la pregunta estrella: ¿por qué no soy capaz de cumplirlos?
Bien, la respuesta es sencilla. Para que cualquier objetivo que nos propongamos llegue a buen puerto, debemos tener en cuenta dos palabras clave: #SMART y #ADHERENCIA
Cuando decimos que un objetivo tiene que ser SMART, nos referimos a que tiene que ser: S – Specific (Específico)
M – Mesurable (Medible)
A – Attainable (Alcanzable) R – Relevant (Realista)
T – Time based (Con una fecha determinada)
Si conseguimos que un objetivo cumpla todas estas características y lo planteamos con una cierta progresión, lograremos ADHERENCIA, que resultara fundamental en la búsqueda de nuestro objetivo, puesto que, en vez de realizar un cambio drástico, conseguiremos interiorizarlo y hacerlo nuestro, aumentando así nuestras probabilidades de alcanzarlo con éxito. Así mismo, establecer objetivos intermedios que nos ayuden a alcanzar el objetivo final propuesto, resulta esencial de cara a ir superando etapas de forma satisfactoria.
Esperamos que este artículo os haya ayudado a conocer mejor la importancia de establecer de manera correcta vuestros objetivos y animaros a contar con profesionales que os ayuden con ellos.